El cielo dividido 2006 | Chavales en Películas

El cielo dividido 2006 | Chicos en las películas [BiM]

El cielo dividido 2006
| 2h 20 min | Drama, Romance | 7 de septiembre de 2007 (México)

Sinopsis:

Dos estudiantes, Gerardo y Jonas, están enamorados. Sin embargo, Jonas se obsesiona con otro chico, lo que lleva a Gerardo a tomar los brazos de Sergio.

Usuario review:

Al igual que João Pedro Rodrigues (Two Drifters), el cineasta mexicano Julián Hernández hace películas obsesivamente homosexuales, a diferencia de Almodóvar, cuya perspectiva puede ser gay pero que ha logrado una aceptación casi universal a través de sus variados entornos, tramas intrincadamente divertidas y el uso de mujeres en papeles prominentes (no para mencionar su brillantez general como cineasta, que ni Rodrigues ni Hernández han establecido aún). El ámbito de Hernández es aún más estrecho que el de Rodrigues, pero más accesible emocionalmente y menos extraño. Las influencias incluyen Cocteau, Pasolini, Wong Kar Wai y la colaboración Duras / Resnais de ‘Hiroshima mon amour, una línea de la cual se cita como epígrafe. A diferencia de Rodrigues, los pocos personajes de este cineasta no son bichos raros ni obsesivos, sino simplemente jóvenes de la Ciudad de México de clase media más bonitos que el promedio oprimidos por el anhelo amoroso. Como el anterior largometraje de Hernández Mil nubes de paz (2003) en sus preocupaciones pero con valores de producción superiores, el sujeto es un joven cuyo objeto de amor se le escapa. Dos personajes femeninos apenas se vislumbran de pasada. Estamos examinando una historia de amor entre homosexuales y nada más. Estos son estudiantes, pero no preguntes cuáles son sus especialidades. Pasan más tiempo en discotecas que en aulas.

Como en el artículo anterior de Hernández, la trama y el diálogo se minimizan. Hay voces en off, pero los personajes rara vez hablan. Nos acostumbramos a que imiten sus sentimientos. Gerardo (Miguel Angel Hoppe) recoge a Jonas (Fernando Arroyo) en un campo de juego de la universidad y los besos y abrazos apasionados y el sexo comienzan enseguida. Entonces Jonas comienza a desviar su rostro cuando Gerardo intenta acariciarlo o besarlo. Y, sin embargo, todavía duermen juntos con regularidad. Poco a poco, una tercera persona entra en escena: Sergio (Alejandro Rojo), un hombre un poco mayor, un tipo alto, moreno y melancólico, incluso más agradable a la vista que los otros dos. Ya ha visto a la pareja jugar a las escondidas en las estanterías de la biblioteca cuando estaba instalando una bombilla. Sergio ha querido a Gerardo durante mucho tiempo, o eso dice cuando finalmente se juntan después de uno de los varios encuentros en un club gay-friendly: en esta película, todo el mundo es gay friendly. Las escenas tienen lugar en la universidad, en las habitaciones de los chicos o en un club; todos los problemas que no sean el amor se minimizan o eliminan. Excepto por algunos filtros amarillos, la fotografía es bonita, pero sencilla. Aquí no hay ninguno de los cojines ricamente sucios de Wong Kar Wai: las habitaciones son viviendas convencionales de clase media, con grabados de buen gusto en las paredes y libros de texto en los estantes, no palaciegos sino elegantes para las excavaciones de los estudiantes. Los chicos solo tienen algunos pares de jeans, pero seguro que tienen muchas camisas.

El mensaje que transmite la película, y aunque es demasiado largo, su idea básica funciona; las escenas transmiten los sentimientos deseados y la edición es perfecta: al principio es que dos personas nunca parecen amarse al mismo tiempo en el mismo grado de la misma manera.

Pero el final es feliz y romántico. Una vez que Sergio y Gerardo son pareja, Jonas comienza a añorar a Gerardo nuevamente, y en la escena final, volvieron a estar juntos.

Broken Sky se parece más a un poema o una ópera, o sobre todo, a un baile, que a una película convencional. Es una experiencia diferente. La audiencia mayoritaria nunca toleraría todo este sexo gay sin diálogo o trama. No todos los homosexuales tendrán la paciencia de ver estas idas y venidas amorosas durante los 140 minutos completos. No estoy seguro de que la poética a la inversa fuera necesaria; y un tercio de ellos se pierden para los que no hablan español porque los subtítulos en blanco sobre blanco son ilegibles. Son un poco demasiado poéticos y generales. Los chicos son demasiado específicos para ser tan generalizados por el lenguaje. No hace falta decir que «el mundo real» está más allá del alcance de Broken Sky. Pero no se puede negar que Broken Sky, a su manera, es único y hermoso. El director logra lo que buscaba torpemente en el primero. Está usando el lenguaje cinematográfico de una manera que rara vez lo hace: logra la identificación instintiva y la franqueza emocional de la película muda. Broken Sky te hace pensar en el elemento tácito de cualquier relación, las cosas que nunca se pueden comunicar con palabras: en definitiva, el mundo del erotismo y los sentimientos. Hernández contribuye a la efectividad de su poema visual a través del excelente uso de varios acompañamientos musicales, unas notas en un clavicordio, un cuarteto de cuerda – sobre todo, una dulce canción pop de amor – la letra de cada uno traducida con amor en subtítulos. Es como si Gerardo y Jonas estuvieran tratando de vivir una canción pop. Y supongo que eso es lo que hacen los jóvenes homosexuales la mayor parte del tiempo. Incluso hay un aria operística de coloratura; teniendo en cuenta el tono operístico de las cosas, los realizadores ejercen una gran paciencia al utilizar solo uno. Quizás este sea “un nuevo lenguaje cinematográfico”, como se dijo de L’Avventura de Antonioni. Durante un rato se puede saborear, admirar su ingenua dulzura. Pero, ¿alguien puede leerlo? ¿Y puede decir más de una cosa?

Director: Julián Hernández
Escritor: Julián Hernández
Reparto: Miguel Ángel Hoppe, Fernando Arroyo, Alejandro Rojo
País: México
Idioma: Español
Fecha de lanzamiento: 7 de septiembre de 2007 (México)
También conocido como: Cielo roto
Locaciones de filmacion: México.

http://www.imdb.com/title/tt0783695/